miércoles, 19 de agosto de 2009

HISPANICA


Tantas cosas en la cabeza y soy incapaz, totalmente de meter cuatro palabras seguidas en una puta hoja que tengan un poquito de “algo”.
Solo se me ocurre contar lo inútil que soy.
Suena el Blue Jean de los ZZ Top y es evidente que no ayuda.
Esta música es una terapia de libro para el alcohólico convencido. Menos mal que soy también “ateo” en ese sentido.
Si no fuera así, me daría igual ahora mismo, leer “Jack Daniels”, “La Guita” o “Alcohol 96”.
Los de Tejas.
En bucle.
Ahí siguen.
Miro allí y solo veo corrupción. Una por cada ladrillo. Un juicio por cada grúa. Sé que el tamaño del desfalco y la estafa es directamente proporcional al tamaño de la grúa. Hay más maneras de medir eso. Ahora la medida internacional del sistema métrico decimal en esa materia, es el cubicaje del “bujero” en donde van los cimientos de la promoción.
Me estoy empezando a cansar del Gibbons y sus dos troncos.
¿Cómo es posible que hoy en día nadie sea capaz de hacer una canción que al escucharla corras el peligro de que te de un infarto de alma?
No tengo ganas de escribir.
Conozco a un dirigente del Partido Popular que ha cometido un delito sexual grave, pero no tengo pruebas. De cualquier manera que demuestren la inocencia.

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