viernes, 11 de junio de 2010

LO PROMETIDO ES DEUDA

Trucos, siempre trucos. El recurso de la diva que con la voz enclaustrada sale airosa de su comparecencia. Los que usa del preso para sobrevivir o el político para seguir quedando mal. Hoy necesito acordarme de aquella llave de cristal a la que hacía referencia una amiga mía de Chihuahua mucho mas inteligente que yo.

La amistad se abre con una llave de cristal y es una puerta que deja atrás la soledad y te engancha a un sentimiento."Siempre estaré ahí".

Hay gente que conoces y reconoces cada día. Esas personas que a fuerza de verlas y oirlas, las grabas en tu mente y de las que normalmente o por lo menos en mi caso terminas hasta los putos cojones. Ya me salió con lo bien que iba. ¿Quién no se acuerda de aquel anuncio de los boludos?

Para los gordos.
Para los flacos.
Para los altos.
Para los bajos.
Para los que ríen.
Para los optimistas.
Para los pesimistas.
Para los que juegan.
Para la familia.
Para los reyes.
Para los magos.
Para los responsables.
Para los porteños...

Infinidad de seres que nos rodean y no nos dicen nada.

Admiro a Baruch, el filósofo holandes, por un simple hecho... Defendió ante su iglesia el básico y sencillo sentir de que unos padres no lo son por el simple hecho de haber engendrado. Así pues, ¿Qué decir de la amistad? Eternos textos en la historia nos remiten a ella como un símbolo, como un arte, como una tragedia o como un desengaño. La amistad convertida en amor. La amistad como emoción. La amistad como dolor. La dificil amistad.

Hace mucho le dije a alguien: Seré amigo tuyo hasta que seas rico. ¿Por qué? me contestó. Sábes que lo seré y entonces, ¿he de perder tu a ratos compañia?. -Si, en efecto. La perderás pues no te considero lo suficientemente inteligente y aunque si hoy buen amigo, eres demasiado torpe para entender que siempre lo serías por lo que fuiste un día. ¡ Desde entonces no me habla ! No hizo falta que se hiciera rico. Hoy es la élite. No tiene amigos.

Después de este "ensayo" sobre la amistad, tengo que contar que a veces y al igual que a Pedro Navaja, la vida te da sorpresas y tal día como hoy confieso que se puede encontrar a alguien y sentir que pase lo que pase siempre estara ahí. Solo hicieron falta seis minutos.

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