domingo, 27 de junio de 2010

SOLEDAD, APATÍA, EL ROMPIDO Y LA FICCIÓN.

Hace muchos meses... ¿ficciones?

Llega un día en que el calor pierde su forma. 
La nieve del invierno sería de cualquier tono, menos blanca.
El agua no es clara y la percepción vacía el alma.
El momento de cabeza perdida, de no saber donde estás.
Hueco. Tu hueco desarbolado. 
Manchas en tu horizonte y agrestes cumbres rocosas imposibles.
Sendas cerradas por maleza impenetrable,
reducto de centímetro cuadrado que siempre,
cobija tu imaginaria parte izquierda. 
Tu pensamiento de salvación se abrió en canal.
La carrera hacia la huida soñada abunda de manera permanente,
se convierte en un infierno inalcanzable.
La valentía cabizbaja empuja los kilos,
es la incertidumbre al son de una melancolía de sonidos.
Un drama de fondo entre temporales,
aguanta el peso y evita la enfermedad.
Rotura infinita.
El buque de doble casco se hunde porque la seguridad falló.
Se dispara el índice de fanfarronería descontrolada con el paso hacia delante.
Pues no se puede.
El mundo se acaba, el camino se corta tras una anticipada señal que muestra un futuro.

¿Qué nos esperara mañana?

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