domingo, 1 de julio de 2012

Extinguiendo la clase media.

Ver un informativo en los tiempos que corren supone practicar un deporte de riesgo. Es para echarle valor, un corazón poco preparado podría paralizarse en segundos tan sólo escuchando el resumen inicial de cualquiera de ellos. Sobresalto, tras sobresalto. Lo que es una mala noticia hoy, no resulta tan negativa comparada con la que se anuncia al día siguiente, dos veces más trágica. Hay quien ya ha sustituido los lacrimógenos dramas románticos de Hollywood por los informativos de las nueve cuando añora llorar a moco tendido buscando liberar tensiones. Pero, por muy duro que sea, hay que arremangarse la camisa, sentarse frente al televisor y tomar el pulso de la actualidad con coraje e inteligencia. Tenemos que conocer a qué nos enfrentamos, aunque duela, pero además saber leer entre líneas lo que a medias tintas nos cuentan.


Rescates que no se llaman rescates, subidas de impuestos que no subían, deudas territoriales que no lo eran, créditos que empobrecen, amnistía para el que evade sus obligaciones con Hacienda. Resulta complicado entender la situación en la que estamos tal y como se explican aquellos que nos representan. Nos obligan a recordar aquellas lecciones de literatura, en los años del bachillerato, donde se nos enseñaba lo que eran los eufemismos, las hipérboles, las metáforas y los símiles o comparaciones, ya que si de algo puede presumir nuestra clase política es de el excelente uso de los recursos estilísticos en sus comparecencias a fin de demostrar la riqueza y polivalencia del castellano, y con un donde dije digo, digo Diego, dejarnos a todos con la boca abierta.


Yo, que siempre intento estar al día, he echado mano de mis apuntes y me he puesto manos a la obra para descifrar esta Piedra de Rosetta que el Gobierno nos está tallando. Aunque la conclusión de mis observaciones no es nada alentadora. Tras un minucioso estudio, todo apunta a la existencia de un entramado de medidas diseñadas para acabar con la clase media. Una clase media que, a pesar de su tierna edad, ya escalaba posiciones sociales a costa del esfuerzo económico, los logros personales y la excelencia académica de muchos de sus miembros. Sin embargo, lo que parecían finísimas grietas en la pirámide se están convirtiendo en profundas grietas a golpe de decreto y bajo el temporal desatado, el campo base no deja de poblarse ante la imposibilidad de resistir y no digamos continuar ascendiendo. Los motivos que han impulsado esta estrategia no están suficientemente claros, pero si la salud de un país se evalúa en función de la salud de su clase media, el nuestro hace tiempo que se dirige en camilla hacia la Unidad de Cuidados Intensivos.

http://www.elenadecepeda.blogspot.com.es/2012/07/extinguiendo-la-clase-media.html


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