jueves, 30 de mayo de 2013

Otra carta para Salvador Sostres

Publicado en Sierra Norte Digital

Sistemas fascistas y comunistas como arcaicas formas de política, ya forman parte del pasado. Movimientos diferentes desde la lectura que podrían plantear sus líneas y a la vez dentro de los límites paralelos en las consecuencias que extienden sobre el territorio y sus gentes.
Lejos de plantear las diferencias en la aplicación del racismo, sin mirar al daño que puede hacer la abolición de la propiedad privada como alternativa al modelo de identidad colectiva de la nación y olvidando a Hitler o a Pol Pot, es triste que todavía existan sobre la faz de la tierra, personajes como tú.
¿Quién eres tú? La respuesta es fácil. Eres un provocador con una base cultural limitada, que forma parte del entorno mediático actual, porque las burradas que dices y que ni tu mismo te crees, venden. De eso es de lo que vives, de eso es de lo que te alimentas. Te podría haber dado por pintarte la cara de colores y hacer reír a los niños, ser un Messi cualquiera o el mejor neurocirujano del mundo y todo lo habrías hecho perfectamente. ¿De qué o de quién es propia esa característica?
Pero es más fácil formar parte del grupo de toscos e irreverentes personajes televisivos, que desde la izquierda o la derecha llenan los inservibles espacios que nos llegan a quitar hasta la tranquilidad en función de la vergüenza ajena que provocan.
En tu manera de hablar y la imagen que proyectas, marcas una tendencia psicótica que en algún momento está muy por encima de la que todos poseemos y eso es lo que no debes perder. Eso es lo que te da de comer y lo que te vuelca con las empresas que realizas. Es asumible por tanto, que llegues a perder la realidad en la que vives, pero esa es tu herramienta de trabajo. ¿Habría otra explicación? 
No creo que seas un enfermo mental. No hay que tenerte miedo y tus reacciones son directas a hechos estudiados. Eres un manipulador sin valor y sin interés, pero gracioso en sí mismo. Prepotente y autodidacta en el mal camino, en poco tiempo y de seguir así, podrías necesitar ayuda al estilo del mesiánico que fomenta manuales a modo de testamentos . ¿A que te encanta este párrafo? Egocéntrico.
Hay personas que plantan árboles, los riegan y podan para que otras gentes como Labordeta, los pudieran simplemente mirar. Otros tienen conversaciones privadas y jocosas, donde podría haber indicios de delito suficiente para ir a la cárcel. Los asesinos matan en privado y cuando se les detiene, viven en la sombra muchos años. ¿Será cuestión de tiempo?
Comparto vida con gente de índole muy diferente. La derecha radical, la izquierda de otro siglo y maravillosos anarquistas y seguidores de unos u otros regímenes tengo como compañía cada día. No creo que ninguno reúna facultades para que les entendieras como respetados por tu parte. Pero todos y cada uno de ellos, si son capaces de respetarte a ti.
Tengo dos hijos de trece y dieciséis años y a ellos también les gustan las niñas de diecisiete. Los adultos responsables y en cuestión de sexo, siempre nos movemos dentro de la legalidad.

martes, 28 de mayo de 2013

Dos mundos. Sófocles I



Ser es defenderse. El primer mecanismo humano para hacerlo es el enfado. Éste, como primario argumento a una actitud defensiva, solo implica en el individuo una cosa: miedo.

Existen dos mundos. El primero es el mundo de los adultos. Somos adultos cuando después de haber cumplido unos cuantos años, alcanzamos una posición social provista de estados de conciencia que nos convierten en personas serenas y justas  por denominación. Por todo ello es lógico suponer que ser adulto es sinónimo de haber alcanzado la madurez.


El adulto es la ley y asimismo el juez que la aplica. En raras ocasiones se equivoca y, cuando eso sucede, encuentra al error una justificación que le convierte en cátedra de la que emana conocimiento.
Entre derechos y responsabilidades, un adulto se hace antes en términos legales que biológicos. 

Podemos ser adultos a los catorce dependiendo del lugar donde vivamos y eso contrasta con los veinticinco años que podríamos perfectamente necesitar para ser consecuentes con nuestros actos por norma general.

Del mismo modo, adquiere su punto álgido cuando ostenta un cargo de responsabilidad. En su condición de ser maduro, manipula, provoca y altera los estados de conciencia de los entes que forman el otro mundo, llegando en demasiadas ocasiones a ser injusto con ellos.

Allí, en ese segundo mundo, se encuentran los niños. Ser niño significa estar sometido al capricho de los adultos y, en ocasiones, solo poseer la libertad de demostrar miedo ante la incapacidad real del mundo contrario del que muchos formáis  parte.

El mundo de los adultos es un espacio, en ocasiones, demasiado paralelo y escasamente confluente con el de los niños.

Porque para el que tiene miedo, todo son ruidos.





miércoles, 22 de mayo de 2013

¡Mira quién salta! Aznar

Publicado en elplural.com
Publicado en Sierra Norte Digital

Cuando se unen la falta de profesionalidad y rigor de Marhuenda y Lomana en el desarrollo de su faceta periodística, con el desconocimiento que Victoria Prego tiene, ha tenido y tendrá de la sociedad y de la historia política española, sucede que el electorado prefiere ver otra no menos ridícula oferta televisiva llamada Masterchef.

José María Aznar llegó y se presentó a modo de nueva promesa deportiva para el mercado español. Responsabilidad, conciencia, partido y honor. Es decir, que a modo de versado futbolista, nos dejó clara su prepotencia, argumentando que todavía es capaz de meter muchos goles. Nada criticable. Un susto que pasará.

Sería muy fácil arremeter contra el desconocimiento pautado y metódico de los arrendadores, que les eximiría hasta de la falta de responsabilidad que demostraron. Sin embargo, lejos de eso, lo voy a hacer más divertido y contaré un secreto. El secreto que pocas personas conocen y que me une a Don José María Aznar.

Hace ya unos pocos años sufrí un extraño accidente sobre el que todavía me hago muchas preguntas. Hice lo que ni Olvido Hormigos en su faceta Pepita piscinas ni nadie todavía en el mundo que yo tenga referencia ha conseguido. Salté y volé con una falta de precisión tal, que caí al cemento en lugar de en el agua. Huesos propios, tabique nasal, ceguera temporal y, desde ahí hasta los pies, me lo rompí todo.

El cobarde de mi hermano, menos listo y más pequeño que yo se tuvo que ir a dormir a casa de la vecina hasta que mis padres le pudieron convencer de que aquella cosa que estaba en la cama, era su hermano y no un inmóvil monstruo que se le quería comer.

Aznar en su libro. Falsa cita que circula por internet y no consta en su libro. 

"La primera vez que supe que no era un ser humano corriente, lo recuerdo bien, fue cuando la ETA voló mi coche conmigo dentro. Salí de allí, envuelto en llamas y pensé; ¿cómo es posible que haya sobrevivido? Nadie se lo explicaba. Los médicos no encontraban una respuesta, tampoco mi personal de seguridad, a todo el mundo le pareció... milagroso. Esa noche soñé con Dios, era una luz, no tenía rostro, pero si voz, me iluminó con su haz y me dijo. "José Mari, si te he salvado es porque te necesito vivo para que líderes a la humanidad". Me dijo un par de cosas más, pero son personales. Aquella experiencia me cambio por completo, desde entonces soy más humilde". 

Yo, en adelanto de mis memorias. Memorias que nunca se escribirán.

"La primera vez que supe que no era un ser humano corriente, lo recuerdo bien, fue cuando caí del trampolín al cemento. Mientras me recogían, pensé; ¿cómo es posible que haya sobrevivido? Nadie se lo explicaba. Los médicos no encontraban una respuesta, tampoco el personal de la piscina, a todo el mundo le pareció... milagroso. Esa noche soñé con Dios, era una luz, no tenía rostro, pero si voz, me iluminó con su haz y me dijo. "Juanan, si te he salvado es porqué te necesito vivo para que líderes a la humanidad", me dijo un par de cosas más, pero son personales. Aquella experiencia me cambio por completo, desde entonces soy más humilde".

Todavía me pregunto por qué José María Aznar ha tenido la oportunidad de liderar a la humanidad y yo soy un pobre desgraciado que, a lo máximo que llego en la vida fue a pintar contenedores de basura amarillos.




jueves, 16 de mayo de 2013

Cortar los huevos

Cuando leo que la que denominan Infanta Cristina y su marido Iñaki han recibido tres cuartos de millón de euros en concepto de asesorías inexistentes, se me queda cara de tonto. Lo que no entiendo es la cara de asco que de forma permanente exhiben estos dos de momento supuestos delincuentes de guante blanco.

Hay que castigar al carterista que desde una escala de grises, extrae réditos de la forma más romántica posible. Es lógico condenar al que corre con cara de emoción, al saber que sus hijos comerán el pan que acaba de robar.

La justicia con la que compensamos los pecados que se producen sobre la sociedad por parte del individuo, se trata de diferente manera dependiendo en qué rincón del mundo nos encontremos.  

En estos momentos me viene a la cabeza la histórica ley del talión. Algo que se concibe como forma de reposición equitativa del daño hecho. Justicia lógica como concepto pero fuera de lugar al contemplar la venganza como parte del objetivo final. El ojo por ojo y diente por diente o la misma ley basada en extrañas religiones que operan a modo de secta nos han dejado estremecedores testimonios a lo largo de la historia.

Si a Shine Abucar Hassan le cortaron la mano por robar un colchón según dicta el Sura 5, Aleya 34 del Corán que, "al ladrón y a la ladrona, cortadlos las manos como retribución de lo que han cometido, como castigo ejemplar de Ala. Ala, es poderoso, sabio", me pregunto que le cortarían a Iñaki si Ala tuviera que ser juez y verdugo de ser probados los delitos de los que supuestamente se le acusa.

¿Los huevos?

lunes, 13 de mayo de 2013

Javier Rodríguez Palacios contra el caos

¿Cómo era aquello? Dadas las condiciones iniciales que generan un sistema caótico, la más mínima variación en alguna de ellas puede generar un cambio tan profundo que cambie por completo el futuro de dicho sistema.

Este domingo la militancia de Alcalá de Henares ha cambiado una pequeña condición que estaba dando lugar a que la ciudad se tambaleara en el más profundo de los caos. También han enfrentado su idea a los intereses de la cúpula del partido de Madrid. ¿Podría ese detalle modificar el futuro de Tomás Gómez como secretario general de los socialistas madrileños?
Una de las voces críticas ante la moción de censura en Alcalá, Maru Menéndez, fue incapaz de mandar al garete el futuro de la ciudad. La militancia de la cuna de Cervantes hizo caso omiso a sus argumentos y votó en consecuencia lo que más tarde Javier Rodríguez Palacios definiría con toda nitidez.
"Aquí de lo que se trataba era de anteponer a las tácticas o ideas propias de un partido, la necesidad de un cambio en Alcalá, que es difícil, pero que desde luego por el Partido Socialista no va a quedar"
Y así es. La representación de los socialistas alcalaínos no se supedita al protagonismo que acredita Tomás Gómez en contra de los intereses de cada uno de los complutenses, que no tienen porque aguantar ni un solo día más a un gobierno popular que se esta ensañando con ellos endeudándolos con una demostrada incapacidad para gobernar.
Javier Rodríguez Palacios es diferente a Tomás Gómez. La militancia socialista de Alcalá lo ha entendido y así, han demostrado que son ellos los que deciden sobre por sí solos. La ciudad complutense es un ejemplo de lo que debemos hacer en todas las agrupaciones: omitir los caprichosos deseos de estamentos superiores que se mueven por intereses electoralistas y trabajar en el sentido que marca la lucha por la mejora en el bienestar de los ciudadanos.
Javier, has sido capaz de cambiar un detalle en una de las condiciones del juego. Solo eso ya te dará la oportunidad de cambiar el futuro de mucha gente, te honra y te reconoce como un hombre que merece ser seguido y escuchado. Tal vez, esto sirva de ejemplo en muchos otros sitios y así podamos tener la oportunidad de erradicar, de la derecha y de la izquierda, a tanto sinvergüenza que ocupa puestos de responsabilidad.
Mi enhorabuena a los militantes y a la ciudadanía de Alcalá de Henares. No todas las agrupaciones socialistas tienen un secretario general que se llame Javier Rodríguez Palacios.

jueves, 9 de mayo de 2013

El rodillo de Alcalá


A través de Maru Menéndez, el PSM se vuelve a significar. Lo hace, como siempre, de manera desproporcionada y fuera de contexto, con decisiones antojadizas y desde el profundo desconocimiento sobre los problemas de la ciudadanía de Alcalá de Henares.

Ya está bien de manipulación. Alcalá de Henares y sus vecinos están cansados de la actual composición de su Consistorio y demanda un cambio. Tenemos en la mano ese cambio a través de una moción de censura, y así, no consentir que lo que hoy tiene mal remedio, dentro de unos meses sea irremediable del todo.

Javier Rodríguez Palacios es un gran tipo. Un hombre que vale, que tiene vocación de servidor social y le gusta lo que hace. Ya está bien de farsas y de órdenes a través de privadas líneas calientes, que funcionan a modo de cloacas, y están privando de beneficios a los alcalaínos.

Javier tiene que gobernar la ciudad complutense y que esta realidad no se demore ni un día más. No hay que caer en lo políticamente correcto. Hay que olvidar a los caprichosos mandamases de turno que pasarán y no volverán. Es obligatorio centrarse en la ciudadanía, en la educación de los chavales, en la limpieza de la ciudad, en los problemas de seguridad, en el desempleo y en conseguir que todo vuelva a la normalidad.

Tomás Gómez plantea una espera. Desea que el Partido Socialista de Alcalá de Henares no alcance el gobierno hasta 2015. ¿Por qué? ¿Con qué fin? Empecemos ahora y demostremos que con políticas modernas y lógicas se puede llegar a acuerdos para el beneficio de los que más lo necesitan. IU, UPyD y el mismo PP están ahí para que seamos capaces de demostrar que tenemos mejores ideas para poner en práctica y que necesitamos su ayuda a modo de pactos de futuro, aunque sean uno a uno para conseguir salir de mal momento social que vivimos.

Javier Rodríguez Palacios tiene en su mano la posibilidad de mejorar la situación personal de todos y cada uno de los alcalaínos. ¿Quién es Tomás Gómez? ¿Quién es Maru Menéndez? ¿Quién es nadie para poner trabas al futuro del pueblo?


miércoles, 8 de mayo de 2013

Sangre azul


El conjunto de la sociedad está cometiendo un error de bulto en ciertos sentimientos. Aunque lógicos desde cualquier criterio andante, están lejos de esa realidad a la que estamos acostumbrados la mayoría de los ciudadanos de a pie y forman parte de una deseable e imposible utopía.

No todos somos iguales, nunca lo hemos sido y jamás podremos pretender serlo.

Solo hace falta remitirse a la historia para entender que, desde el principio de los tiempos y ya sea por condición física o moral, los habitantes que relacionan sus vivencias en cualquier hábitat son diferentes unos de otros. Esas diferencias vienen marcadas por innumerables factores que, dentro del contexto al que me refiero, se han encargado de agregar tópicos a nuestro dietario desde la boca de autores como Pitágoras, Platón, Hegel o Brandt.

La Infanta ya no está imputada.

Para mí y para otros muchos, yo diría la mayoría, esa noticia no es tan nueva que deba de proclamarse a los vientos como novedad. La Infanta no está imputada, la sociedad alemana permitió el holocausto, Barcenas está en la calle. Ortega Cano, de chatos; y King Kong no fue nominada como mejor película en 1934. Mención especial requiere la de Josu Urrutikoetxea Bengoetxea, otro King Kong, que se pasea por el mundo después de quitar la vida a doce guardias civiles. ¿Injusticias? Como la vida misma.

En estos días, estoy viviendo una injusticia por parte de la Institución Educativa a la que asisten mis hijos. El apellido Balsalobre no está muy bien visto. ¿Será por diferencias políticas? ¿Será por falta de profesionalidad del personal docente? ¿Será por negligencia del equipo directivo? De cualquier manera y, sin mayor importancia, una injusticia más a la que todos estamos expuestos de manera permanente. A no ser que  tengamos sangre azul y la mía, hoy por hoy, es de color rojo. No sé la vuestra.