jueves, 25 de julio de 2013

Tragedia en Galicia. A Tomás rogando y la Garrote dando.


Mientras todas las miradas comenzaban a dirigirse consternadas ayer hacia Galicia, las televisiones y radios cambiaban sus parrillas para dar la noticia del accidente ferroviario y en Twitter todos se movilizaban para hacer llegar a cuantas más personas mejor la información de lo ocurrido (datos del tren siniestrado, teléfonos de atención a los familiares de las víctimas, lugar donde poder donar sangre,…),  Martu Garrote, secretaria de Políticas Autonómicas de la Agrupación Socialista de Chamartín, ferviente tuitera, escudera de la tolerancia y adalid del respeto en pro solo de parar las críticas hacia de su querido líder Tomás Gómez, daba muestras de un ejercicio de falta de humanidad sin precedentes.

Con los cadáveres todavía en los raíles y los teléfonos móviles sonando sin respuesta, la socialistas madrileña colgaba en su cuenta (@martuniki) esta reflexión cuanto menos de mal gusto acerca de lo ocurrido: “Os acordáis de los argentinos protestando por los recortes en mantenimiento de sus trenes y la inseguridad, pues ya los tenemos aquí #PPCortes”.


Así rezaba su comentario cuando todavía no se conocían las causas del accidente. Unas palabras que se podrían tener en cuenta durante los próximos días sí se descubre que el mantenimiento o los “recortes en seguridad” pudieran ser la causa de tal estremecedor accidente, pero que no cabe duda que no era el momento de mencionar con los ciudadanos aún consternados con la noticia.

Por todo ello, no es de extrañar que las críticas hacia las palabras de Garrote no se hicieran esperar. Muchos comenzaban a calificar de “intolerable”, “falta de respeto”, “poco escrúpulos y corazón” la reflexión de la socialista que, no contenta con las consecuencias de sus tan desafortunadas palabras, decidía retirar el tuit no sin antes dejar claro que uno de los motivos eran las “amenazas y los comentarios virulentos” que éste había provocado hacia su persona. En tela de juicio quedaba entonces para muchos cómo calificarían de virulento su comentario los que desde Galicia esperaban noticias de sus seres queridos a los que llamaban al móvil sin recibir respuesta. Muchos aseguraban que Garrote, tras este comentario, no era digna de estar en política y algunos medios como Sierra Norte Digital ya pedían medidas al respecto por parte de su partido.

No es la primera vez que los comentarios de esta militante no dejan indiferente al respetable y no precisamente por su educación y respeto, ese que ella tanto pide y crítica de quienes no opinan como ella y su círculo de confianza. A diario suele dar muestra de su vehemencia al defender los intereses de su líder, el señor Gómez y políticos afines, obviando en ocasiones el partido en el que milita y dirigiendo las críticas incluso hacia sus propios compañeros.

Habituales son además en su cuenta de Twitter comentarios hacia los periodistas que según ella van en contra de sus ‘amigos’ acompañados dichas críticas con calificativos como imbéciles. Ana Pastor, por ejemplo, ha sido víctima del garrote de la Garrote.

El de ayer no ha sido el único capítulo de sus escarnios. Son #suscosas,  parafraseando ese hashtag que usa ella para etiquetar algunas reflexiones (#miscosas) Ya en su momento tuvo que retirar otro comentario en la citada red social donde escribía, junto a una imagen de un grabado de la Catedral de Granada en recuerdo por los sacerdotes asesinados durante la Guerra Civil: “Siempre digo que en España quemamos pocas iglesias y matamos pocos curas, pero en la Catedral de Granada dan fe de lo malos que somos los rojos”.

Tras el revuelo causado, se apresuró a borrar la primera parte del comentario dejando únicamente la segunda. Asimismo, tal y como recogieron varios medios de comunicación, el que fuera consejero de Familia y Asuntos Sociales, Salvador Victoria, pidió hace meses la dimisión de la socialista acusada al parecer de calificar a los necesitados y discapacitados de “mendigos”, “pordioseros”, “tullidos” y “polipoterras”.

Dicho lo cual, y visto la falta de respeto de esta señora, lo único que queda es que cada uno saque sus propias conclusiones y, como dice el refrán, que cada cual aguante su vela. En su caso, el garrote, y que afronte las consecuencias no ya de sus actos, -que seguro que todavía hay quien la respalda-, sino de su conciencia por ser capaz de verbalizar semejantes barbaridades y seguir con la cabeza alta.

Recuerdo que soy también miembro del Comité Regional del PSM y me avergüenzo de la que no reconozco como mi compañera.



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